En junio de 2005, la Federación Alemana Demeter informó de cómo un médico había observado que la leche de las vacas con cuernos producía menos reacciones alérgicas que la leche de las vacas descornadas. WEBER (2001) y LATTNER (2002) refirieron experiencias parecidas: los niños que bebían leche de granjas Demeter no presentaban reacciones alérgicas. Se supuso entonces que ello tenía algo que ver con la alimentación a base de heno y la renuncia por norma a la homogenización de la leche Demeter. En los últimos años se han realizado diferentes proyectos de investigación sobre cuestiones similares: ¿qué efectos sobre la salud se podrían lograr tomando leche? ¿Hay diferencias entre la leche ecológica biodinámica y la producida de forma convencional? Para averiguarlo se han puesto en práctica distintos métodos de comparación y caracterización de la leche. A continuación se muestran las diferencias halladas.